Por: Andrea Rojas
Viernes 22 de marzo del 2024
Como ya lo hemos visto, la polinización es un aspecto muy importante en la agricultura dado que incrementa la calidad de los frutos y la productividad de los cultivos. En este capítulo veremos de manera más detallada el efecto de la polinización en la producción de algunos cultivos importantes para nuestra región.
Para empezar, es importante recordar que la polinización hace parte del proceso de reproducción sexual de las plantas y corresponde al transporte de los granos de polen desde la antera hasta el estigma de las flores.
Como lo habíamos visto en entregas anteriores, este proceso permite el transporte de los espermatozoides que se encuentran dentro del grano de polen, facilita la fecundación de los óvulos y finalmente la formación de los frutos. La polinización generalmente es mediada por animales, principalmente las abejas.
El café es uno de los cultivos más importantes para la región, teniendo dos tipos, el de sombra y el de libre exposición y que aunque similares, presentan características particulares relacionadas con su polinización. El café de sombra, Coffea arábiga es una planta autocompatible, lo que significa que no requiere necesariamente de la polinización cruzada para producir los granos. De hecho, las flores del café de sombra producen pequeñas cantidades de néctar y polen. Sin embargo, la polinización cruzada mediada por insectos, principalmente abejas puede incrementar el porcentaje de fructificación en un 12%, el peso de los granos y la calidad organoléptica del café 1,2. El café robusta o de exposición (Coffea canophora) es una especie autoincompatible, lo que quiere decir que requiere espermatozoides de otra planta y por lo tanto de la polinización cruzada para la formación de los frutos. Esta característica se refleja en la cantidad de néctar y polen producido en las flores, considerablemente mayor en contraste con C. arábiga y es el modo como atrae a los polinizadores. En el café de sombra, la polinización cruzada mediada por abejas incrementa la fructificación hasta un 20%1,3.
Las solanáceas son un grupo de plantas comunes en nuestra dieta, siendo las especies del género Solanum las más importantes. Entre las especies más significativas tenemos el tomate (Solanum lycopersicum), la papa (Solanum tuberosum), el lulo o frutilla (Solanum quitoence), el tomate de árbol (Solanum betaseum) o la berenjena Solanum melogena). Una de las particularidades más importantes de estas plantas es que la polinización depende de que los polinizadores vibren las flores a lo que se le conoce como polinización por vibración. Son pocas las abejas que tienen esta capacidad, siendo los abejorros del género Bombus los más reconocidos y eficientes. El efecto de la polinización en estos frutales incrementa la calidad de los frutos, haciéndolos más grandes y pesados y además incrementa la productividad de los cultivos. Por ejemplo, la polinización en el tomate aumenta el peso y el tamaño en un 40%, triplica la productividad del cultivo (kg/m2), e incrementa la fructificación en un 30%4. En el lulo o frutilla, la polinización puede duplicar el diámetro del fruto y cuadruplicar su peso5. Los beneficios de la polinización también se observan en la berenjena puede incrementar hasta un 30% la productividad de los cultivos6.
Las cucurbitáceas son plantas complejas desde el punto de vista reproductivo. A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas de las cucurbitáceas no presentan flores hermafroditas, es decir flores con los dos sexos, sino que tienen flores unisexuales (macho o hembra) e incluso algunas son dioicas, es decir unas plantas son macho y otras son plantas hembra. Estas características reproductivas hacen que estas plantas dependan de los polinizadores para la formación de semillas y frutos. En el melón (Cucurbita melo) se pueden encontrar variedades con flores con los dos sexos (hermafroditas-perfectas) o flores con uno de los dos sexos (unisexuadas – imperfectas). Son plantas autoincompatibles, es decir que requieren de la polinización cruzada por animales. La formación de los frutos de melón dependerá del número de visitas que tengan las flores, por ejemplo si las flores femeninas reciben menos de tres visitas no se formará el fruto mientras que con más de 10 visitas se asegura la formación de los frutos y con más de 15 visitas se obtienen frutos grandes y pesados. En la sandía (Citrullus lanatus) a mayoría de variedades presentan flores unisexuales que duran tan solo un día abiertas y requieren de al menos 15 visitas florales. Las calabazas (Cucurbita pepo) en su mayoría presentan flores unisexuales, que permanecen abiertas por un día. Al igual que la sandía, requieren 10 visitas para asegurar la fructificación y la calidad de los frutos7
Aunque la polinización puede incrementar los índices de producción de los cultivos, es importante tener un buen manejo de los cultivos, en particular la fertilización y el manejo de plagas, haciendo uso racional de los agroquímicos.
Bibliografia: